Letras y libros en El Reportero, 1980-82
Años después, en 1980, cuando se fundaba el diario El Reportero, Pedro Zervigón me invitó a hacerme cargo de unas cuantas páginas que decidimos llamar sencillamente Letras y Libros. […] Disfruté muchísimo esa experiencia. En primer lugar, porque siempre me ha parecido que el espacio dedicado al comentario de libros en la prensa puertorriqueña es raquítico… Además, El Reportero representó para mí algo decisivo: mi primera experiencia directa con la nueva tecnología y la computadora. Los de El Reportero fueron pioneros en ese sentido. Recuerdo perfectamente que yo iba a la redacción del periódico en San Juan con un borrador en la mano, y que aprendí a usar la computadora mientras terminaba mi texto contra el reloj. Quedé fascinado con las posibilidades del texto electrónico, con la lectura y las revisiones en la pantalla, y con las nuevas relaciones con lo escrito. No puedo dejar de mencionar otra experiencia que me brindó El Reportero. El gran compositor Tite Curet Alonso tenía a su cargo una columna sobre música y grabaciones recientes. Él también llegaba a la redacción de El Reportero a entregar su texto. En muchas ocasiones pude escucharlo y conversar con él, disfrutar de su enorme saber y de su fino sentido del humor.