El pacto de Nilita Vientós Gastón: la armonía de los contrarios (1987-88)
El proyecto de Nilita será justamente la fidelidad, en lo esencial, a esa herencia. Su pacto armoniza los opuestos, subrayando las necesarias líneas de continuidad, y las necesarias reestructuraciones. De su padre ha querido continuar la letra y el foro, el bien público. Él la impulsó a romper con la división sexual del trabajo, a irrumpir en el territorio monopolizado por los hombres; a la transformación y al cambio. De su madre, sin embargo, retuvo la veneración por el orden de la casa, y el cultivo estético del atuendo. En el orden de su propia casa en la calle Cordero de Santurce –espacio abierto al encuentro y a la crítica, al debate y la divergencia– , Nilita afirma que va más lejos que su madre. No cambia los muebles de sitio. Dice: “Donde pongo una silla la dejo hasta que se rompe”. No quiere alterar su orden. Recuerda lo que sugería Walter Benjamin: a la burguesía no le gusta que los muebles cambien de lugar.
Díaz-Quiñones, Arcadio. “El pacto de Nilita Vientós Gastón: la armonía de los contrarios.” Plural: Revista de la Administración de Colegios Regionales, vol. 6-7, no. 1-2, 1987-88, pp. 7-12.