Educación y Política, en la revista ‘La Escalera’ (1970)
¿No es curioso que todavía en nuestra mismísima Facultad de Humanidades la norma sea que el alumno obtenga su título sin que se le haya estimulado o requerido el conocimiento de la realidad (literaria, geográfica, histórica) del Caribe y de Latinoamérica? ¿No es sorprendente y paradójico que todavía se pueda considerar aquí “sospechoso” el insistir en la necesidad de que nuestro sistema educativo se plantee en serio nuestra realidad, mientras que en Estados Unidos proliferan los “estudios puertorriqueños” e incluso dictan catedra –allá– algunas figuras proscritas aquí? ¿Es extraño que el nuevo programa de español –tan preocupado por la solidaridad y el “amor al prójimo”– tenga la aprobación del Secretario de lnstrucción, Dr. Ramón Mellado, quien pronunció el discurso del 4 de julio pasado y aprovechó la ocasión para condenar los “agitadores políticos del sistema”, exaltar la “unión permanente” con Estados Unidos, recomendar a los puertorriqueños que acepten el Servicio Militar como “sacrificio y obligación” a cambio de “beneficios y privilegios” y también para hacer un llamado a las “personas sensatas y juiciosas” con el fin de “unirnos frente a los que pretenden romper nuestras relaciones con la Federación de Estados Americanos”? ¿Será necesario o posible dialogar con quienes tienen hoy la responsabilidad más directa del sistema educativo sobre las relaciones entre Educación y Política, o es que ellos entienden, a su manera, que “despolitización” significa suprimir solo las voces disidentes, la oposición, cerrarle con candados y cerrojos las puertas a toda alternativa real?
Díaz-Quiñones, Arcadio. “Educación y Política.” La Escalera, vol. 4, no. 4-5, 1970, pp. 17-22.
*Esta copia del ensayo es cortesía de Princeton University Library.